Nivel: Sencillo
Tiempo aproximado: 30 min
300 gr de bacalao
1/2 cebolla
200 gr de harina
2 huevos
220 ml de agua
aceite de oliva
sal
perejil
colorante alimenticio
Empezamos por preparar el bacalao. Si usas bacalao salado, debe tenerlo en agua al menos durante un par de días antes de cocinarlo, cambiando el agua para eliminar la sal. Cuando esté listo, debes limpiarlo y desmigarlo. Si no tienes mucho tiempo, puedes comprar migas de bacalao que ya vienen preparadas en su punto de sal y puedes utilizarlas en el momento.
Picamos la cebolla, el ajo y el perejil.
Ponemos un chorrito de aceite de oliva en una sartén y añadimos la cebolla, hasta que coja un color transparente, a continuación añadimos el ajo hasta que se dore un poquito y posteriormente el bacalao, calentamos durante un par de minutos.
En un bol incorporamos, la harina, el huevo y el agua, mezclamos hasta que la textura sea homogénea y sin grumos. A continuación añadimos, las migas de bacalao que pasamos anteriormente por la sartén.
Añadimos a la mezcla el perejil, una pizca de sal, y el colorante. Dejamos reposar al menos 15 minutos.
Ponemos una sartén con aceite de oliva abundante y cuando esté caliente, con ayuda de una cuchara sopera vamos echando al aceite pequeñas porciones, cuando estén doradas, retiramos del aceite y los ponemos en un plato con papel de cocina, para que absorba el exceso de aceite.
Y listo tendrás un plato estupendo, al que no se resistirá nadie.
Si te gusta el bacalao, te proponemos también un guiso de patatas con bacalao, una receta tradicional perfecta para los días de invierno o un potaje de semana santa también llamado potaje de vigilia, con bacalao, garbanzos y espinacas.
Las mejores recetas para mantenerse en forma
Los mejores recetas tradicionales